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EL ARCA DE LA ALIANZA
Según el primer libro de Samuel en la Biblia, los filisteos capturaron el Arca y la llevaron de ciudad en ciudad. Dondequiera que iba el Arca, la gente era azotada por plagas. Por consejo de sacerdotes filisteos y adivinos, el Arca fue colocada en un carro y enviada de regreso a Canaán. Algunos eruditos y arqueólogos modernos creen que el Arca pudo haber sobrevivido, al menos parcialmente, y han intentado averiguar su ubicación actual.
Los posibles lugares en donde se podría encontrar el Arca de la Alianza, incluyen varios sitios en todo el Medio Oriente y el Norte de África. Según algunos estudiosos el Arca incluso pudo haber terminado en Inglaterra. Aunque se han ofrecido muchos lugares posibles, el Arca nunca ha sido localizada.
La Iglesia Ortodoxa Etíope en Axum, una ciudad del norte de Etiopía, afirma que posee el Arca de la Alianza, aunque los líderes de la iglesia se niegan a exhibir el artefacto o a permitir que los expertos verifiquen que es genuino.
El Arca de la Alianza no era una representación física de Dios, sino que llevaba la presencia real de Dios, y era tan sagrada que incluso tocar el Arca resultaría en la muerte inmediata.
El monoteísmo hebreo era único en un mundo donde el politeísmo era la norma; era una de las formas en que los hebreos se diferenciaban de los grupos que los rodeaban y preservaban una identidad única.
El Arca simboliza el pacto, o acuerdo, entre Dios y el pueblo hebreo. Representa protección y guía para los hebreos, por lo que la consideran un artefacto sagrado. También es un recordatorio constante de las reglas, conocidas como los Diez Mandamientos, que han acordado seguir.
El Arca es un símbolo del poder de Dios, ilustrado por las plagas que la siguieron de un lugar a otro cuando fue capturada por los filisteos.
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